Solo una cosa - reseña crítica

¿Te has enfocado en diversos asuntos a lo largo de tu vida y posees incontables metas? Los autores de este libro afirman que tener muchos objetivos no siempre es la mejor forma de lograr el éxito. 

Gary Keller y Jay Papasan recomiendan concentrarse en “una única cosa”. Reflexiona sobre lo que es más importante para ti. ¡Empecemos!

El mito de la productividad

Actualmente, las personas creen en algunos mitos y mentiras relacionados con la productividad. El primer mito es que todo tiene la misma importancia. Eso no es verdad. Muchas de las actividades que realizamos no tienen relación con la productividad, porque no tienen tanta importancia como otras. 

Por ejemplo, si una persona tiene una lista de quehaceres, puede tener un sentimiento mayor de realización cuando la complete. Sin embargo, si la lista está compuesta de cosas banales, completarla no hará a esa persona más productiva.

Esa es la diferencia entre las personas que no realizan cosas y las que sí. Las primeras creen que hacen todo lo que es importante, pero se engañan a sí mismas. Las segundas tienen una táctica diferente: cuentan con un objetivo específico y un sentido claro de prioridad sobre lo que quieren hacer y dónde quieren estar.

En vez de tener una larga lista de quehaceres, se enfocan en una pequeña lista de cosas que necesitan hacer. Cuando te enfocas en prioridades reales y trabajas siempre para cumplir un objetivo, logras realizar mucho más.

El economista italiano Vilfredo Pareto, en el siglo XIX, desarrolló el famoso principio 80/20. De acuerdo con sus cálculos, el 80% de las tierras italianas era propiedad de solo el 20% de los italianos.

Un famoso ejecutivo de la General Motors en 1930, Joseph Juran, describió este principio como “los pocos vitales y los muy triviales”. La lección más importante sobre este principio es que debes ser capaz de enfocarte en solo una cosa.

De acuerdo con el autor Richard Koch, el principio 80/20 siempre fue una de las guías más importantes en su carrera. Incluso fue más allá al implementar la regla de Pareto. Dijo que si tomas el 20% del 20% del 20%, y así sucesivamente, llegas rápidamente al punto más importante. 

Debemos comenzar con lo que está frente a nosotros y progresivamente eliminar cosas que sean menos importantes para alcanzar nuestro objetivo. Hasta que finalmente encontremos la cuestión más importante. Y es esa “única cosa” a la que le debemos prestar toda nuestra atención.

El problema del modo multitarea

El profesor Clifford Nass, en 2009, explicó qué significa trabajar en modo multitarea. Nass hizo un estudio con 262 estudiantes que aparentemente eran capaces de realizar múltiples tareas con facilidad.

Sin embargo, cuando su investigación terminó, se sorprendió con los resultados. Estos sugerían que el modo multitarea es una manera totalmente ineficiente de hacer las cosas.

Pero ¿por qué este método no funciona como creemos? Existen múltiples explicaciones.

1. Cuando alguien nos interrumpe en nuestro flujo de trabajo, volver a la velocidad de antes toma mucho tiempo. La cuestión más importante sobre las multitareas es que, cuando se decide cambiar de tarea, siempre hay pérdidas en términos de eficiencia.
2. Todas las veces que decidimos cambiar de tarea, hay un riesgo de que no seamos capaces de regresar a la tarea “original”. Por eso, las multitareas siempre aumentan las probabilidades de que te distraigas.
3. Cuando realizamos más de una tarea, siempre tardamos más tiempo en terminar. Por tanto, realizar multitareas es una manera ineficaz de terminar las cosas.
4. Tal vez el mayor problema de las multitareas sea el aumento de la probabilidad de cometer errores. Cuando realizamos más de una tarea a la vez, no prestamos mucha atención a lo que realmente importa.
5. Es un hecho conocido que realizar multitareas aumenta el nivel de estrés. Cuando este nivel es muy alto, la eficiencia se reduce.
6. Además, una persona que realiza multitareas va a preferir información nueva frente a otra más antigua, independientemente del valor de esas informaciones. Y eso puede ser un error.

Las personas que creen que pueden hacer más de una cosa al mismo tiempo se enfrentan a muchos problemas. No son capaces de realizar sus actividades con la misma calidad que alguien dedicado exclusivamente a una de ellas.

Los seres humanos son criaturas que han evolucionado para realizar una sola tarea a la vez.

El poder de la disciplina y del hábito

¿Cómo influye nuestra disciplina en nuestro éxito? En muchas sociedades, las personas aprenden que, si quieren alcanzar el éxito, necesitan ser disciplinadas. Sin embargo, eso no es totalmente verdad.

En vez de trabajar para ser “disciplinado”, algo que puede significar cosas diferentes para cada persona, se debe trabajar para desarrollar ciertos hábitos productivos. Muchos científicos sociales descubrieron que en aproximadamente 60 días una persona puede adquirir un hábito. 

Además, los autores sugieren que las personas deben construir un solo hábito a la vez. Las personas exitosas no son las que tienen un excelente desempeño en todas las áreas de su vida. El éxito llega para aquellos que escogen hacer algunas cosas en sus vidas y crean hábitos productivos independientemente de esas actividades.

Lógicamente, con el tiempo, se vuelven muy buenas en las actividades que seleccionaron, gracias a los hábitos que construyeron.

Por otro lado, cuando un hábito forma parte de la vida de una persona, permite que la actividad asociada a él sea más fácil. Cuando una persona tiene hábitos productivos y rutinas claras, su vida se vuelve más sencilla. Por tanto, el camino a seguir estará mucho más claro.

El éxito es una carrera de corta distancia. Ésta es alimentada por la disciplina solo lo suficiente como para que el hábito entre en juego y tome el control.

Usando tu fuerza de voluntad correctamente

Existe otro mito creado por la sociedad. Se trata de la idea de que siempre podemos usar la fuerza de voluntad para hacer cualquier cosa. Un refrán común ilustra esta idea: “donde hay voluntad, hay un camino”. Esta “regla” dice que si queremos lograr algo, necesitamos desearlo fervorosamente, más que cualquier otra alternativa.

La verdad es que, en algunos momentos, parece que podemos lograr casi todo. En esas ocasiones, tenemos mucha fuerza de voluntad. Sin embargo, otras veces parece que no estamos haciendo nada bien, y que nuestra fuerza de voluntad se acabó.

La mayoría de la gente comienza una actividad con muchas ganas, pero eventualmente estas se van disipando, afectando la productividad. Las pausas, como intervalos para almorzar, aumentan nuestra fuerza de voluntad, que necesita ser reabastecida constantemente.

La pregunta es: ¿cómo podemos utilizar la fuerza de voluntad para que el trabajo sea más productivo? Algunas sugerencias son:

1. Las personas deben respetar su propia fuerza de voluntad y aprovecharla cuando esté disponible.
2. Para lograr la máxima productividad, se deben realizar las tareas más exigentes en los momentos en que tengas la mayor fuerza de voluntad. Esto suele suceder al comenzar el día.
3. También es muy importante que nuestros cerebros se recuperen con una buena alimentación, que aumenta la concentración y la productividad y mejora la toma de decisiones.
4. El tiempo es muy importante para la fuerza de voluntad. Después de usarla, debes descansar o comer algo altamente nutritivo. Así, podrás reabastecerla.

Vive una vida equilibrada

Aunque muchas personas hablan constantemente sobre una vida equilibrada, la verdad es que nadie parece llegar a ese punto. Según los autores, se trata de un mito, es imposible alcanzarla. Eso sucede porque, si una persona se enfoca completamente en alcanzar sus metas, no tiene tiempo para nada más.

Además, en el mundo del éxito profesional, el ingrediente más importante es el tiempo que una persona invierte en su proyecto. Si quiere ser superior en lo que hace, necesita escoger lo que realmente importa e invertir todo el tiempo necesario en completar la tarea.

Muchas personas constantemente intentan alcanzar el equilibrio perfecto entre una buena vida de trabajo y una buena vida personal. Veamos algunos consejos en relación a este punto:

1. Separar la vida en dos partes claras: personal y profesional.
2. Cuidar ambas partes con sabiduría, aprovechando el tiempo.
3. Cuando no estés trabajando, debes concentrarte en tu vida personal.

Lo más importante es que estés presente en la actividad que estés realizando. Para eso, debes aprender a delegar, confiar, soltar y dialogar.

No tengas miedo de soñar en grande

Muchas personas nunca persiguen sus sueños, porque creen que todo lo que es demasiado grande es negativo. Tienen miedo de ser exitosas y deciden conformarse con menos. En vez de tener esa mentalidad, deberían desarrollar el hábito de “pensar en grande”.

Una persona que piensa de esta forma, actuará y reaccionará de manera diferente a una persona que piensa en pequeño. Existen también algunos ingredientes importantes para pensar en grande:

1. En vez de escoger entre las recetas tradicionales de vida y carrera que la sociedad recomienda, debes imaginar todos los caminos posibles y sus resultados.
2. Sé inteligente y valiente. Debes buscar sistemas, modelos, relaciones y hábitos que funcionaron para otras personas que alcanzaron el éxito y seguir sus ejemplos.
3. Los fracasos son parte de la jornada. En vez de pensar que son una evidencia de que eres malo en algo, considéralos como retrasos temporales. Aprende con tus errores y continúa avanzando.

¿Cuál es tu “única cosa”?

Para ser exitoso y realizar grandes cosas, primero debes descubrir cuál es tu “única cosa”. Estas tres frases te ayudarán a definirla:

1. Se trata de un incentivo que, para ti, es más importante que cualquier otro.
2. Alcanzarás lo que entiendes como éxito después de que lo logres.
3. El éxito siempre deja pistas.

Para conquistar grandes cosas, necesitas preguntar y responder a una pregunta simple: “¿cuál es la única cosa que puedo hacer ahora que hará que las demás sean más fáciles o innecesarias?”. Esta pregunta es importante porque abre el camino hacia el éxito, eliminando todo lo que podría quedar en el medio.

Incluso cuando una persona descubre lo que es su “única cosa”, debe recordar que el éxito no sucede de la noche a la mañana. Este se construye gradualmente, como una fila de piezas de dominó: van cayendo una sobre otra, sucesivamente. Para lograr el éxito, es necesario empezar con cosas pequeñas.

El tercer punto anterior, la idea de que el éxito deja pistas, quiere decir que el secreto es empezar. Esto se relaciona con la otra cuestión: “¿qué puedes hacer ahora que hará que el resto de las cosas sea más fácil?”.

Por ejemplo, una persona puede preguntarse qué puede hacer para aumentar sus ventas en un 10% el próximo año. Esta idea crece con el tiempo. Naturalmente, después de aumentar sus ventas en un 10%, la próxima pregunta será: “¿qué puedo hacer para doblar mis ventas el año que viene?”.

Cuando descubres tu “única cosa”, estás en el camino correcto hacia tu mayor objetivo. Cuestiones grandes y específicas siempre te llevan a respuestas grandes y específicas, lo que eventualmente te hará avanzar.

Debes estar listo para sacrificarte

¿Podemos alcanzar cosas extraordinarias? Sí, mientras vivamos nuestras vidas con un propósito claro. Para hacerlo, debemos descubrir lo que nos motiva y lo que queremos sobre todas las cosas.

Nuestro propósito es la fuente de nuestra felicidad y también de nuestra fuerza. Las personas que saben lo que quieren son más propensas a alcanzar sus metas.

Después de que descubrimos nuestra “única cosa”, debemos vivir para la productividad. Eso significa que, para alcanzarla, debemos saber cómo evitar las distracciones. Alejarnos de aquello que nos impide alcanzar nuestros objetivos y en lo que desperdiciamos tiempo, energía y recursos.

Notas finales

“Solo una cosa” es, en realidad, un plan de acción para alcanzar un objetivo de una forma específica. En vez de intentar alcanzar diversas metas a la vez, debes centrarte en cómo alcanzar un único objetivo. El que sea más importante para ti.

Es importante mencionar que no podrás alcanzar esta única meta en un corto periodo de tiempo. Por el contrario, necesitarás esforzarte mucho para conquistarla. Por lo tanto, los hábitos se tornan muy relevantes. Si los desarrollas, serás capaz de progresar más fácilmente en dirección hacia tus objetivos.

Consejo de 12min

¿Encontraste tu “única cosa”? ¿Quieres alcanzarla de forma productiva? Te recomendamos que revises nuestro microlibro basado en “10x: La diferencia entre el éxito y el fracaso”, de Grant Cardone.